La felicidad no es algo efímero. Es más un estado. Un estado en el que
uno sabe que se encuentra sin preguntárselo. Te hace brillar,
deslumbrar a cada paso. Ser una estrella en la noche. Ser guía y
refugio.
La tristeza es un traje. Te lo puedes quitar y poner pero no cuando quieras. A veces sienta tan bien que se pega a la piel y se convierte en camisa de fuerza.
Me visto cada noche y me desvisto cada día.
Mi sonrisa siempre luce mejor por la mañana.