CTR

I wasn't ready at all.


Tenía que aceptarme primero. No me habría perdonado que hubieses sido tú objeto de mis dudas. Aunque quizás me las habrías quitado todas.
Nunca creí en las relaciones a distancia porque un Skype o una llamada telefónica no superan a un baja que quiero habitar tu piel de nuevo. O a un tomemos una cerveza esta tarde.
No obstante, hay muchas parejas que demuestran que el amor vence distancias y que no importan los kilómetros que les separen. Que llevan a cabo eso de lo bueno se hace esperar. Yo fui impaciente y supongo que de tanto esperar, desesperé. Me pudo el presente y dejé de lado un futuro prometedor. Un presente que se convirtió en pasado transformado en herida. En cicatriz y marca.

Dicen que los grandes amores se destruyen por su plenitud. El nuestro apenas se materializó. Aunque, ¿acaso el amor puede materializarse?, ¿medirse?. El amor es algo intangible aunque mi vena científica no extinguida tenga un afán por contabilizarlo todo. 
Arriesgaste, te lanzaste al vacío, por el precipicio de cabeza y yo solo pude ponerme un antifaz y una cremallera en la boca. Desaparecer. Ahora eres tú quien mira desde arriba de la colina. Y yo soy quien caigo rodando hacia abajo. Pero sé una cosa y es que, todo lo que baja, sube. Y en esas estamos, de la mierda para arriba. 

Una última cosa, me alegro de que seas feliz (aunque no sea conmigo).