¿Cuánto pesas?

Quizá pensaste que en aquel adiós habías ganado la batalla. Que al final, volví a ti de nuevo. No lo hice por ti, lo hice por mí. Por liberarme de todas las palabras no dichas para así, no tener nada más que decirte. Pasé del peso a la levedad. Ahora vuelo mucho más ligera de equipaje. ¿Me ves ahí arriba? 

La única forma que encontré de hacer frente a tus ataques fue bajando los brazos ,es decir, dejando que te estamparas contra la pared. Tenías ante ti a un oponente que, hacía mucho tiempo que ya había dejado de luchar.