Uni-versos Para Lelos

(Cocina)
T: ¿Cómo vas?
A: Voy.
T: ¿Te ha gustado el arroz?
A: Sí, gracias. Está muy bueno. No sabía que se te daba bien cocinar.
T: Trabajé con Quique Dacosta.
A: ¡Eso se dice antes!
T: Hay muchas cosas que no sabes de mí.
A: Eres el conocido más desconocido que conozco.


T se dirige al fregadero.
(A. mira a T. unos segundos.)
A: Estás más delgado.
T: Puede ser... Supongo que la ruptura es la mejor dieta.
A: Sí. Los dolores del corazón adelgazan mucho.
T: Le iba a pedir matrimonio.
A: ¿Novia a la fuga? Perdona, no quería decir eso. Soy gilipollas.
T: A veces sí. Tienes el don de cagarla.
A: ¿Me dejas dibujarte?
T: No pero desnudarme sí.
A: No creo que un polvo te quite la tristeza.
T: ¿Y si nos quedamos los dos mirando nuestros cuerpos y nada más? Solo vale tocarse con las pupilas.
A: Qué gracioso. Sabes que no aguantarías.
T: Eso no lo sabes. Bueno, probablemente no pero sería un buen ejercicio de miradas, ¿no crees?
A: No creo en nadie más que en mí misma.